viernes, 12 de julio de 2013

Enamorado a primera vista

Hoy me pasó algo muy curioso. Estaba en mi página de Facebook y de repente me encuentro con un mensaje de un ex alumno de la Academia, ya alguna vez se había atrevido a confesarme que yo le gustaba y que había dejado las clases porque se ponía un poco nervioso, pero esta vez me escribió algo que me hizo pensar mucho en la idea del enamoramiento a primera vista. 

En su mensaje me cuenta, que al verme en la academia y en las pocas veces que hablamos (simplemente hablábamos de cosas de profesor-alumno) se había enamorado de mi. Entonces mi primera reacción al leer fue: "imposible, si sólo me vio un par de veces y ni siquiera hablamos de verdad" (descarté la idea de que era el clásico versero -expresión que significa zalamero en España- porque realmente no tiene pinta de ser uno de esos), claro que enseguida di marcha atrás porque me puse a pensar en mi vida y yo también he vivido algo parecido. 

En una ocasión me enamoré de alguien que apenas conocía. Fue una historia muy corta, demasiado, pensarían algunos como para decir "me enamoré..." pero realmente no puedo calificarlo de otra forma, porque por esa historia hice muchas locuras, la más grande fue lastimarme a mi misma y hacer cosas que nunca hubiese hecho si el que gobernaba mis actos hubiese sido mi cerebro.

Pues claro, me paro a pensar y veo que yo también me enamoré de alguien por sólo verlo de vez en cuando, por besos esporádicos y nada más, entonces concluyo que tal vez "amor a primera vista" no pero "enamorado a primera vista"

Recuerdo que en una ocasión esta persona me preguntó si me había enamorado de él, lo negué rotundamente, pero no porque no fuera cierto, sino porque sabía que si decía la verdad, iba a perder la posibilidad de estar con él al menos unos minutos más, así pasa cuando uno está enamorado, los minutos valen realmente oro y haces y dices lo que no sientes con tal de conservarlos. 

Cuando contaba la historia con más detalles que aquí, la gente me daba otros adjetivos para definir mi estado: OBSESIÓN, ENCOÑAMIENTO, LOCURA....en fin que hasta el día de hoy no sé con certeza y rotundidad como definirlo, lo único que me queda claro es que son de esas historias que te dejan huellas y ahí está; otro más en mi corazón; cerradita con llave pero en un rinconcito para siempre.


3 comentarios:

  1. Mi opinión:

    Hace no mucho tiempo, en esa mesa a la que insistentemente volvemos mi amigo Ai y yo periódicamente a comer, contarnos nuestras chanzas y empaparnos de confidencias entre trago y trago y entre broma y broma, como siempre salieron varios temas y, como siempre, salió un tema ligado a la entrada de tu blog.
    Mi amigo Ai es de lo no hay, se le ocurrió poner un anuncio para mantener relaciones sin compromiso y tras varias candidatas descartadas por mojigatas, según me explico Ai; quedo con una llamada Íi, 18 años más joven que él, soltera y sin compromiso, asturiana como la madre que la trajo al mundo, fumadora empedernida de “petas” y de carácter recio, abierto y directo que además contaba entre sus atributos con una belleza exótica adornada por unos labios impecablemente pintados de rojo y una larga cabellera negra a la que Íi sabia sacar mucho partido.
    Subieron al apartamento, charlaron un rato sentados en el sillón y confirmaron los acuerdos telefónicos, nada de amor, solo sexo sin compromiso, hubo acuerdo, se entrelazaron en un beso profundo y un instante después estaban bajo las sábanas sin más ropa que su inmensa melena negra.
    Al irse Íi le dijo a Ai porque no quedaban en la casa de ella al día siguiente a comer, Aí le dijo que mejor a cenar, que tenía que trabajar y la comida le venía fatal.
    Cuando se presentó a la cena la mesa estaba puesta con todo lujo de detalles, no faltaban ni las velitas, los labios de ella eran más rojos que nunca y su pelo más negro y largo que lo que el recordaba y que al rato volvió a ser la única ropa que los cubría.
    Cuando Ai me contaba todo esto hacía dos meses que no nos veíamos y un mes desde su primer encuentro con Íi, se habían visto todos los días y comió frugalmente para poder cenar adecuadamente esa noche, nuevamente con Íi.
    Mi amigo estaba asustado, se le había ido la relación de las manos, él sabía lo que quería y los acuerdos que tenían, pero ella le había confesado su amor y lo que más le sorprendía a Ai es que ella le había dicho que cuando oyó por primera vez su voz por teléfono ya había sentido una irresistible atracción por él y que tras su primer encuentro, a pesar de los acuerdos, o tal vez por ellos, no podía pensar en otra cosa que no fuera él a todas las horas del día, que lo soñaba en sueños y despierta lo soñaba.
    El cómo continua la historia lo dejo para otra entrada del blog, si coincide con el contenido de una entrada claro, lo que quiero hacer constar, ante quien proceda, es que esta historia es absoluta y rotundamente verídica.
    Esta experiencia y otras a las que he tenido acceso de carácter similar me lleva a la conclusión de que cuando la fruta está madura cae por su propio peso y la más breve brisa es suficiente para hacerla caer y como todo cuerpo que cae desde una altura considerable es muy fácil que el golpe sea muy duro y que la deje marcas por las que su jugo interior fluya a modo de lágrimas.

    ResponderEliminar
  2. Tengo ganas de saber que pasó con Ìi, aunque me imagino que por el final de lo que cuentas no debe haber sido una historia feliz después, será que las mujeres siempre estamos buscando el amor? y que el sexo casual es para nosotras siempre el preámbulo?

    ResponderEliminar
  3. Bueno, la historia real es la que he contado pero conozco otras en las que ha sido al revés, el que se ha pillado ha sido él, por eso no creo que se pueda diferenciar por sexos, tan expuestos están las unas como los otros. Lo que si suelen tener en común estas historias es que suelen tener algo de "imposibles", parece que el que todo pueda transcurrir sin dificultad hace que la fruta permanezca en el árbol y no se deje caer sintiendo la dulce sensación del vacío, aunque lleve tiempo madura, más que cuando lo prohibido o difícil la hace removerse.

    ResponderEliminar