sábado, 22 de junio de 2013

¿Salami o flores?


Ayer por la noche salí con unas amigas a un típico bar madrileño. En el bar trabaja un camarero que resulta ser el último ligue de una de ellas. Este chico nos trae las cañas correspondientes, las tapitas siempre bienvenidas y una cartita para nuestra amiga. Claro, una que se puede imaginar que viene escrito en la cartita; alguna especie de cariñito epistolar: “que guapa estas”, “me encanta verte por aquí”,etc… nada más lejos de la realidad.

La carta ponía exactamente: “este salami es sólo el aperitivo, el bueno te lo doy después”. No hace falta decir que la tapita era de salami. Entonces ahora es cuando me pregunto dónde quedó el romanticismo de las flores. 

Anécdotas hay miles, recuerdo que hace muchos años, salí con un chico que en la primera cita me llevó al estadio a ver un partido de fútbol…ojo yo no le aclaré que odio el fútbol, pero tampoco una se espera que ese sea el lugar apropiado para conquistar a alguien las primeras veces. 

No sé si podría decir que el romanticismo ya no existe, creo que sí, tengo pruebas de que sí, muchas, pero de verdad hay cosas que hacen los hombres que deberían estar escritas en el libro de “NUNCA HAGAS ESTO SI QUIERES ALGO CON UNA CHICA”.   

Ya sé que en otro post dije que no hay reglas para el ligue, no las hay, pero sí hay ciertas cosas que no deberían olvidarse; aunque haya mujeres que se hagan las duras, las que digan que no les va el rollo cursi, las que digan que no le gustan las flores, las que digan que pasan del romanticismo, de verdad a todas todas todas nos gustan más las flores que el salami. 

Citando a mi autora de comics preferida, junto con Maitena; Los capullos no regalan flores. Moderna del Pueblo.



Atención Cliente

4 comentarios:

  1. Atónito me he quedado al leer lo que venía escrito en la carta..Una cosa es ser romántico (o no) y otra es...falta de tacto? (es que no se me ocurre otra manera de llamarlo sin decir "salvajada" o "soez"...)

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  2. Mi opinión:

    Existe la tendencia a creer que lo que le gusta a uno mismo es lo que le gusta al resto del mundo y a veces nos resulta inexplicable que a alguien no le guste lo mismo que nos hace tan felices o nos pone tan contentos, de hecho la mayoría ni se lo plantea y simplemente piensan que si es bueno para mi es bueno para los demás. La consecuencia funesta de este modo de pensar tan extendido es que agasajas a quien más quieres impresionar haciéndole partícipe de tus gustos, creyendo que se va a quedar maravillado y te lo va a agradecer como el mejor de los presentes que podía recibir.

    Básicamente no hay mala intención pero el resultado puede ser catastrófico, por otro lado si tu no quieres recibir un determinado presente (por ejemplo flores) tampoco entiendes que a alguien esto le pueda resultar atractivo, te lo crees porque te lo han dicho tantas veces que al final asumes que así sea, pero no porque lo entiendas ya que para ti donde esté un buen salami no pintan nada las flores y lo tienes clarísimo.

    Aquí topamos con las normas, al final aprendes que la norma dice que a las chicas les gusta que les regalen flores y que les digan cosas bonitas y acabas aplicando la norma porque al final ves que funciona y eso te va bien ¿en que quedamos, hay que ser uno mismo o aplicar la norma? Parece que ser uno mismo no trae buenas consecuencias y que aplicar la norma no gusta demasiado. Terrible dicotomía.

    Al final va a ser cierto que hombre y mujeres (y viceversa) somos diferentes y que nuestras expresiones amorosas siguen caminos distintos, por extraño que parezca para el camarero de marras lo del salami era una muestra de amor ( a su manera, claro..)pero esto es ser como uno es. Él no comprende la psicología de su pareja, ni su pareja la de él, estamos en tablas y todos perdemos.

    La palabra que nos da la clave para solucionar este dilema se llama empatía y tiene que ser practicada durante toda la vida con todas las personas que conozcas, por un lado es necesario que preguntes y escuches con grandes orejas y un buen cerebro y después que te pongas en el lugar de quien estás escuchando y sientas lo que esa persona siente, no que la entiendas, sino que sientas su alegría, su dolor, su ira, sus dudas, su universo de sentimientos, entonces la entendarás y te partirás de risa con su salami mientras él, que también ha sido asertivo contigo, saca de su espalda un precioso ramo de flores silvestres (que sabe que son las que más te gustan) y te lo entrega con una gran sonrisa.

    Fernando Nando

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  3. A ver yo creo que la carta en otro contexto y en otro tipo de relación igual se acepta y hasta te cae en gracia pero hay ciertas cosas que no se dicen cuando uno recién comienza a salir con alguien no?...ojo vuelvo a decir, tampoco me resulta tan extraño, una ha escuchado cosas del mismo calibre y al final te acostumbras a que es parte del juego.

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  4. Mi opinión:

    Es un buen ejemplo el del camarero ya que va directamente a la linea de flotación de las interpretaciones de los mensajes y este es uno de los puntos que más descalabros causan en las relaciones. Las diferentes formas de pensar ya sea por sexo, educación, nivel social o cultura conducen a que se empleen expresiones o comportamientos que no son entendidos ni aceptados y producen brechas a veces insalvables.

    Yo distinguiría tres partes en la entrega de una expresión considerada inadecuada, la primera es lo que piensa el que lo expresa y lo que piensa está claro, na ha ido a mentir ni a distorsionar, el dice lo que siente del modo que mejor sabe expresarlo y esto no debiera ser juzgado, es un hecho que a los hombres no nos gustan todas las mujeres, pero las que nos gustan nos producen de modo automático deseo sexual y si es la que más te gusta o la única que te gusta la testosterona que te produce su presencia o su recuerdo corre a raudales por tus venas y el deseo sexual se acrecienta, personalmente opino que ese deseo sexual tan focalizado en la persona que quieres es la expresión más clara del amor de un hombre hacia una mujer y si lo expresa solo esta diciendo que la quiere a ella, aunque esto no necesariamente le lleve a un compromiso, hasta aquí es todo instinto animal, el mecanismo que la naturaleza a creado para perpetuar la especie, si solo pensase en flores adiós a la especie aunque eso si, tendríamos jardines preciosos...

    Por otro lado está el momento adecuado de manifestar este deseo y esto es totalmente subjetivo y cultural, habrá quien nunca y en ninguna circunstancia reciba con agrado esta propuesta y en cambio otras lo estarán deseando en cualquier momento y en cualquier circunstancia viniendo de la persona que aman y entre unas y otras toda la escala de grises. Para el pobre desdichado el momento, el lugar y la circunstancia fue el menos adecuado, pero el no lo veía así, de haberlo visto no lo hubiese hecho, aunque el no hacerlo tampoco implica que su opinión fuese diferente.

    Y por último está la interpretación y este es uno de los puntos en el que más puede hacer uno mismo por cambiar la sensación que le produce un determinado hecho. Constantemente estamos recibiendo información pero el sentimiento que nos produce depende de la interpretación. La información que recibimos es la que es, pero la interpretación es la que nosotros queramos que sea y de lo que decidamos depende el sentimiento que nos produce, si os habéis sentido ofendidas, molestas, confusas, heridas, mosqueadas o lo que quiera que hayáis sentido es porque os habéis querido sentir de ese modo y porque es lo que toca por vuestras convicciones culturales, sociales, o ambientales, pero ha reo ha sido juzgado y condenado sin opción a defensa, creo que en este caso habéis sido victimas de las reglas y no habéis considerado la posibilidad de que esté enamorado hasta el tuétano, lleno de testosterona por ese amor que le puede y ciego por querer expresarlo a su ser amado, o no, claro.

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