Mostrando entradas con la etiqueta lo que dicen las m. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta lo que dicen las m. Mostrar todas las entradas

sábado, 29 de junio de 2013

"No sos vos, soy yo": Todo lo que aprendí de mis ex

Tener una relación no es fácil, terminarla tampoco y que te dejen mucho menos. Durante mi vida he pasado por las dos experiencias: dejar y que me dejen, con los años me puse a hacer análisis de cada uno de mis ex y un día se me ocurrió escribir lo que había aprendido gracias a ellos. 

Tengo que empezar diciendo que soy de las que creen que cada persona que llega a tu vida lo hace con un propósito, es decir, nadie llega por que sí, algo siempre sacamos de esa experiencia. 
No voy a contar cuantos ex tengo porque ayer comentándolo parece que las chicas "bien" deben dividir el número real entre 3 así que mejor no menciono mi número de ex-parejas, así sigo estando del lado de las chicas buenas :) (permitirme un emoticon aquí). 

Lo que tengo claro es que de todos aprendí algo de mí, de lo que quiero, de lo que no quiero y eso me ha ayudado para ser más exigente con mis parejas siguientes. Supongo que como dice Rosetta Forner en su libro "El último sapo que besé", los príncipes azules no existen pero si una va prestando atención a las personas con las que ha estado, es posible que encontrar algo parecido a un príncipe azul, al menos un príncipe que no destiña, es más fácil. 

Mi primer novio lo tuve a los 17 años, con toda la ilusión del mundo pensé que iba a ser el hombre de mi vida, me veía con hijos, perro y piscina desde el segundo día que empezamos a salir (así soy yo, todo prisas) y nuestra relación de casi 3 años se rompió por distintas circunstancias, sin embargo, como dice todo el mundo el primer amor nunca se olvida y realmente lo tengo en una parte de mi corazón todavía, cerradito bajo llave, pero ahí está. Claro, de él aprendí todo, porque realmente todo era nuevo para mi. 
Después de él vinieron otros y no de todos tengo recuerdos bonitos, vamos ni remotamente parecido a bonito pero todo sirve para crecer, veamos si vos también aprendiste algo parecido de tus ex.

1. Nadie cambia con el tiempo
Esta es la típica situación que nos pasa a todos, pensamos que con el tiempo los detalles que no nos gustan del otro podrán mejorar porque claro, nosotras somos tan especiales, que por nosotras esa persona cambiará. ¡Pues no!, nadie cambia por el otro, el ejemplo está en pensar en qué haríamos nosotras, ¿cambiaríamos algo de nosotras sólo porque otra persona nos lo pida?...lo dudo. Yo he pasado por relaciones donde pensaba que el otro iba a adelgazar, dejar de ver el fútbol, iba a dejar de pensar en los amigos antes que en mi, pero no, nunca nadie cambió por que yo quisiera y no creo que me encuentre a nadie que lo haga. 

2. Las relaciones a distancia no funcionan
Ya sé que acá tendré muchas personas en contra, en mi opinión o bajo mi piel no han funcionado, he tenido 3 y las 3 fallaron porque realmente cuando estás en la misma ciudad la relación ya no es fácil de llevar, imagínate cuando uno está en España y el otro en la otra punta del mundo, misión imposible. 

3. Terminar una relación es más complicado de lo que parece
Admiro a esa gente que cuando le planteas que quieres dejar tu relación porque apareció otra persona, pues lo ven como algo fácil: "pues tía ve y dile que te has enamorado de otro", ojalá fuera tan sencillo. Después de muchos años entiendo a una de mis parejas que le costó tanto dejarme que prefirió llevarme a la ciudad donde él estaba viviendo en ese momento, mientras estaba ya en pareja con otra persona!...bien al principio pensé que era un "h...de...p" pero ahora con los años me doy cuenta que tal vez no sabía como hacer para dejarme ir.

4. Un clavo se saca con otro 
Pues sí, el tiempo lo cura todo y un clavo saca a otro, al final lloramos, sufrimos, la pasamos fatal pero llega otra persona y todo se pasa y volvemos a sonreír y a creer en el amor. 

5. Se puede amar a dos  personas al mismo tiempo
Ok, ya sé que es muy arriesgado decir esto, pero también tuve una pareja que venía de una ruptura muy importante en su vida y de repente llegué yo, sé que me quería pero también quería a su ex, en ese momento (tenía 22 años) pensaba que era imposible, otro "h...de...p", pero hoy me doy cuenta que la vida es así de mágica, que por qué no, que las reglas en el corazón no existen. 

6. Siempre hay que decir lo que queremos
Ya sabemos que los hombres tienen la intuición...bueno mejor no decirlo, pero realmente necesitan que les digamos lo que queremos, sino no se enteran, así que algo que aprendí es que sin comunicación nada resulta. 

Al final uno cuando se separa, o mejor dicho, cuando lo dejan, odia a la otra persona, piensa que es lo peor del mundo pero con el tiempo te quedas con lo mejor que te dieron y lo malo se transforma en aprendizaje. 

Hay un libro que adoro "La vida imaginaria" de Mara Torres, es la historia de Nata una chica a la que acaban de dejar y realmente su forma de ver la vida a partir de ese duelo es tan parecida a como lo podemos vivir todos que me ha inspirado mucho para escribir esta entrada. 
En la página 57 del libro, Nata plantea firmar un documento con su nueva pareja y esto es lo que dice:

"(...)Por este documento se garantiza la felicidad de Nata Fortuna. El documento exige a los firmantes que se diviertan, que disfruten, que viajen y sean felices durante el tiempo que vayan a estar juntos. Los contratantes no van a hacerse daño, no van a llorar si no es de risa, no van a tener complejos el uno con el otro, van a mantener relaciones sociales al margen de la pareja, no van a vivir juntos para no gastarse, no van a darse celos con otras parejas ni con otras personas ni van a dejar que terceras personas interfieran en su relación. Se comprometen a hablar las cosas antes de que llegue la incomunicación y a que, si uno de los dos decide que hay otra persona en su vida que merece más la pena que la otra parte contratante, la otra parte contratante lo entenderá y lo admitirá sin dramas y sin dolor(...)"

Ojalá la última parte "sin dramas y sin dolor" se pudiera lograr, una pastilla, una receta, algo que exista para evitarlo...



lunes, 24 de junio de 2013

Traductor, lo que realmente queremos y quieren decir: del face to face al whatsapp

Ya se sabe que las mujeres cuando decimos algo puede que queramos decir algo diferente, sin embargo no sé dónde escuché una vez que los hombres son LITERALES: lo que dicen es lo que es. 
Bueno, un poco debo discrepar, viendo lo visto (al menos en mis zapatos) las cosas que ellos dicen tampoco están tan claras. 
En el libro "Los capullos no regalan flores" de Moderna de Pueblo, se explica con viñetas un ejemplo muy interesante. 

El personaje femenino le explica a un amigo lo que le dijo un chico:
- me dijo que no busca nada serio pero que está muy a gusto conmigo, ¿qué crees que significa?
- significa que él solo quiere pasarlo bien y que tú solo lo vas a pasar mal. 
(¡que tarde que llegó este libro a mis manos!, me hubiese ahorrado muchos dolores de cabeza)

Las mujeres nos reunimos para hablar de hombres, vamos nada nuevo, pero claro nosotras podemos hablar del mismo tema repetidas veces, con diferentes amigas, porque buscamos distintas visiones sobre las mismas palabras, lo mejor en mi experiencia, es hablar con un chico, él nos dirá la REALIDAD sin maquillaje. 

Nos gustan que nos digan cosas bonitas y nos alaga, de verdad que sí, pero hay ciertas veces que es tan obvia la exageración o el engaño que realmente es mejor no decir nada. 

Tengo una amiga (ok, seguro que aquí es cuando piensas: "sí sí, amiga..." ¡juro que es cierto!) que empezó a salir con un chico que, ya después de la segunda cita, le mandaba mensajes diciéndole que lo tenía roto, que le encantaba, que no podía pensar más que en ella... ¿perdón?, realmente no hace falta, quiero decir todo suena muy bonito, es bonito pero una mujer de 30 ya no se derrite con estas palabras a destiempo y lo peor es que no nos olvidemos que seguimos siendo mujeres y por tanto como nos gusta que nos alaguen pues una parte de nuestro corazón quiere creer que lo que se dice es verdad (aquí es cuando viene volando la super amiga a darte unas buenas collejas para que despiertes
), llegamos hasta creérnoslo en algún punto y ahi es cuando necesitamos el traductor para saber qué fue lo que se quiso decir. 

No te quepa duda que si la relación avanza, nosotras estamos ahí como hormiguitas recogiendo todo lo que nos dicen, ojo, ¡somos tremendas!, no se nos escapa nada. Es como cuando trabajo con niños y les digo: "la semana que viene vamos a hacer un juego y os traigo chuches", pues si me creo que se olvidaron...na nai...ellos jamás se olvidan, es más, es lo primero que me recuerdan al entrar en clase. 

Yo le recomiendo a todos los hombres que tengan cuidado con lo que se dice, de verdad a veces no hace falta y si es sincero lo mejor es demostrarlo. Aunque para una mujer las palabras no se las lleva el viento, las acciones siguen siendo lo más importante y qué molonas son!.




Whatsapp

Mis amigas y yo hemos llegado a la conclusión de que Whatsapp ha hecho mucho daño las relaciones. Si ya comunicarnos oralmente es a veces complicado imaginemos a través de emoticons y escribiendo tipo código morse. 
Leer un whatsapp realmente necesita la ayuda de un sicólogo para poder entender qué nos han querido decir, desde que nosotros le ponemos la entonación a las palabras del otro, todo se complica. En mi caso soy una declarada enemiga de los emoticons. Normalmente en las parejas o relaciones chico-chica se usan con tres objetivos: 
1. paso de escribir
2. no tengo nada que decir a lo que tú me dices pero bueno que parezca que algo cogí
3. cuando tengo algo que decir qué sé que no te va a gustar, te pongo ahí una carita feliz y ¡que se a lo que Dios quiera!. 

Tipica conversación de whatsapp:



Ni que se diga lo que es para una mujer el whatsapp, es la versión moderna de esperar al teléfono, pero claro antes no existían los móviles y bueno una tenía que moverse, para ir al baño, para ir a trabajar, para pasear al perro, vamos que había escapatoria. Sin embargo ahora si una chica envía un mensaje y el otro no contesta ya nos ponemos nerviosa, encendemos el móvil una y otra vez y nos fijamos la última vez que se conectó, y cuidado con que lo veamos en línea y no nos haya respondido, ahí empezamos a hacernos la cabeza: "no me escribe porque no le importo, no le intereso lo suficiente, pasa de mi, etc."

Así que señoras y señores, aunque es complicado y aunque los hombres son de marte y las mujeres de venus, nada mejor que conversar face to face...