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jueves, 26 de septiembre de 2013

El que se va sin que lo tiren, vuelve sin que lo llamen

Hace unas cuantas semanas que no me pongo a escribir, he estado con mucho lío con la academia, pero hoy vuelvo porque hace varios días que me ronda un tema en la cabeza. 
Hay una frase que dice así: "el que se va sin que lo tiren, vuelve sin que lo llamen" y hay otra que dice "si amas déjalo libre, si vuelve a ti es tuyo"...

Sobre la primera frase tengo mucho para demostrar que es bastante cierta pero las mujeres también la usamos para nuestra tranquilidad mental. 
Muchas ex parejas mías, parejas que me había dejado a mi, luego de pasado un tiempo, sobre todo después de que yo ya había superado la pérdida, volvieron a hacer su aparición en mi vida, de una forma muy magistral. Normalmente cuando un ex vuelve a tu vida, lo hace siempre con una metodología bastante currada o al menos llamativa. 

Tengo 3 casos, por un lado mi primer novio, el que me dejó y luego de 3 meses se apareció sin previo aviso en mi fiesta de graduación del instituto, me hice la dura, la interesante, durante algunas horas hasta que el chico en cuestión se dignó a hablarme y por supuesto mi "yo duro e interesante" dejo paso a mi "yo blando, mi yo aquí no pasó nada". 

El segundo caso vino de la mano de mi segundo novio, me dejó para venir para España, justamente cuando en ese momento yo estaba viviendo en Montevideo, su aparición en mi vida se dio como 2 años después que me dejara, yo ya estaba en pareja y recuerdo que me llamó una noche para decirme que quería irse a vivir conmigo a Montevideo, que había pensando mucho en nosotros (claro que mucho, le tomó 2 años) y además dentro de su discurso se le ocurrió decirme que el me amaría siempre incluso si algún día engordaba jajaja, ¡alucinante!. En este caso no di mi brazo a torcer, así que ahora cada uno por su lado, incluso él a los pocos meses de este episodio telefónico, se casó con otra chica. 

El tercer caso es de el primer novio que tuve aquí en España, este chico me dijo que nos fuéramos a vivir juntos y esa misma noche, después de ir a ver camas de dos plazas, me dijo que no era buena idea. Este fue muy persistente en su querer volver conmigo porque incluso pasado 1 y 2 años me llamaba a altas horas de la noche para decirme cuánto me echaba de menos, supongo que sería después de tomarse unas cuantas copas. 

Entonces debo decir que en muchas ocasiones esta frase se aplica, pero ojo que las mujeres también la usamos como para sentirnos mejor. Quién no le ha dicho a su amiga, quién no se ha dicho a si misma "ya se dará cuenta de lo que soy, ya vendrá arrastrándose", en fin que es como una especie de consuelo que usamos en los primeros meses de pérdida. 

Luego está la frase de que lo dejes libre porque si es tuyo volverá...bueno no sé bien que quisieron decir pero realmente pienso que incluso aunque vuelva muchas veces esa persona no es para ti, la mayoría de mis ex han vuelto a mi, hice lo que me dijeron, los dejé libres, pero al final de cuentas no eran míos cuando volvieron o mejor dicho yo ya no era de ellos. Lo mejor de que tus ex vuelvan es la satisfacción de sentir que al final el tío sí que se dio cuenta de que algo una valía y ahí viene él cual perrito faldero para que le des una segunda oportunidad y tu ya estás tan superada de dolor que ya eres tu la que dice "Si te he visto no me acuerdo".




lunes, 16 de septiembre de 2013

La infidelidad en la era informática

Drexler es uno de mis cantantes favoritos, lo considero antes de cantante poeta y sus canciones de alguna manera u otra siempre me cuentan alguna historia donde puedo verme o donde puedo ver cosas que me resultan cercanas a gente que conozco. 

Al final, las canciones nos muestran que todos los seres humanos buscamos y vivimos cosas muy similares. 
Hay una canción de Jorge Drexler que se llama "La infidelidad en la era informática", más allá de mis conclusiones (creo que esta canción la escribió Jorge cuando dejó a su mujer por Leonor Watling) sobre por qué escribió esta canción, esta especie de canción-relato me va a ayudar a escribir sobre un tema que siempre trae controversia: la infidelidad. 

Conozco mucha gente que cuándo le preguntas si perdonaría una infidelidad, te responden un NO más grande que una casa y conozco también quienes ante la misma pregunta te responden un Sí pero tímido y con muchos "siempre y cuando...."
Vamos, que la mayoría de la gente si perdona siempre tiene algún pero escondido: perdonaría si fue sólo sexo,  perdonaría si fue una vez sola, etc, etc, etc, 

Busqué el término en la wikipedia y dice que: 

La infidelidad amorosa, acepción con la que frecuentemente se asocia el término, es descrita, grosso modo, como la falta al pacto normativo que limita el número de personas involucradas en una relación amorosa o erótica y, por tanto, la prohibición de mantener otras de forma paralela, sean ocasionales o continuas. De forma que, en las relaciones con tradición monogámica la inclusión de un tercero supone una violación del acuerdo, mientras que en relaciones poliamorosas se produce al involucrar a personas ajenas al círculo aceptado. Bajo esta definición, ser infieles romper de forma consciente un acuerdo afectivo o sexual preestablecido para el tipo de relación escogida.

Gracias a mi trabajo conozco mucha gente y a veces me pasa que al verlos me hago una idea de vida y resulta que cuando hablo con ellos o profundizo, descubro que mi idea no tenía nada que ver con la realidad, y la infidelidad entra también en estas conclusiones. Cuando profundizo con algunos alumnos sobre ciertos temas como este, descubro que hay mucha gente infiel y que el que no lo ha sido, no es porque lo considere algo malo, sino porque no ha tenido la oportunidad. 

Preguntaba la semana pasada en Facebook si la fidelidad no estaba muy sobrevalorada y no obtuve casi respuestas, supongo que es porque la gente no se atreve a decir mucho lo que realmente piensa. Yo creo que sí lo está, creo que la fidelidad en una pareja se da porque socialmente es lo correcto y porque si por esas cosas de la vida tú le propusieras a tu pareja tener una relación más libre, sabes que puedes perderle, y ante el hecho de perderle prefieres mejor hacer lo que quieres hacer pero sin que el otro se entere. 

Dice Drexler: 
"Aquel mensaje que no debió haber leído, 

  Aquel botón que no debió haber pulsado, 
  Aquel consejo torpemente desoído, 
  Aquel espacio era un espacio privado." 


Soy de las que piensan que ser infiel no debe ser nada fácil, mentir, recordar tus mentiras, pensar que tienes todo bien calculado y que nada se te escapa es bastante trabajoso, citando nuevamente al cantante "Y tarde o temprano nada es secreto. Nada es secreto". 
Recuerdo que hablando con una amiga sobre el tema, me decía que ella no entendía por qué si alguien quería estar con otra persona, no dejaba a su pareja y se iba con la otra persona, pero yo lo que le quería explicar que muchas veces no es que el que es infiel no quiera estar más con su pareja, es que quiere estar con los dos, además de que dejar una relación no es nada fácil y a veces no es que quieras estar con otro, sino que quieres una noche (o varias noches) y nada más. 

El amor, las relaciones, la fidelidad, la infidelidad son complicadas de llevar por el buen camino, me refiero a que para ser infiel hay que valer, primeramente para ser un buen jugador y no dejarse atrapar y después para poder convivir con el otro como si nada, hacer ese trabajo interno de dejar el sentimiento de culpa en el ascensor de camino a tu casa es más difícil que mentir. 







lunes, 12 de agosto de 2013

Bipolarismo Masculino = Pardillas al 100%

A veces me pregunto si las mujeres somos pardillas por naturaleza, ¿será que nos seguimos creyendo que el cuento de princesa+príncipe nos puede tocar?. Tengo un amigo que siempre dice que las mujeres queremos ser madres de todo lo que se menea y en eso de ser madre viene incluido el pensar que el otro va a cambiar "porque yo lo valgo" ;). 
Veamos estos dos casos:

Mi amiga S salió con un chico que de un día para el otro le dijo que se iba a vivir a Australia porque había dejado embarazada a una chica de ahí. Bien, el tema está en que un día antes mi amiga y yo estábamos de charla y me dice "Hoy viene Fulanito a casa a contarme algo (mi amiga no sabía de qué se iba a tratar de algo tan semejante como eso), yo creo que es que se va a su pueblo porque es lo que más desea este año, pobre me da pena quiero ayudarlo a que consiga trabajo ahí" en fin que mi amiga siempre, incluso sabiendo que no eran novios, ha intentando ayudarlo, le ha llevado la merienda al trabajo, comprado regalitos, etc...todo para que de un día para el otro te des cuenta que eres la más pardilla de las pardillas y veas que el tío estaba contigo y con otra y que además es tan tarado mental que la deja embarazada y una es TAN PARDILLA que está ahí sentadita en en el sofá escuchando la historia sin mover pestaña porque ojo,  no somos nada y no puedo mostrar ni una simple señal de que me está destrozando el corazón. 

Mi amiga B estaba saliendo con un chico que decía no sentirse atraído por el sexo especialmente (hemos hablado del tema en otra entrada), incluso mi amiga ha tenido que hacer lo indecible para que el tío se mostrara un poquito más cachondo, pero un día B lo ve bastante concentrado en su móvil, escribiendo sin parar, resulta que mi amiga (vale, ya sabemos que esto no hay que hacerlo, sobre todo porque es mejor vivir en la ignorancia) en una de las ausencias del chico al baño, le mira el móvil y ve que el susodicho estaba escribiendo unos whatsapp a otra, que decían entre otras cosas subidas de tono: "te voy a comer todo el c...." claro mi amiga me dice: "se la daba de mojigato y terminó siendo el más cerdo de los cerdos". 

Entonces la pregunta es: ¿es que tenemos que hacernos cargo de que somos pardillas o es que hay una especie de enfermedad crónica: bipolarismo masculino?




viernes, 9 de agosto de 2013

Bye bye my love

En un momento complicado de mi vida me compré unos cuantos libros de auto-ayuda, esos libros que mucha gente considera de baja categoría pero que a mi me gustan, no todos vamos a aclarar, pero hay algunos que me han ayudado mucho, el único tema que tengo es que debería releerlos porque no sé si te pasará a ti pero subrayo y subrayo cosas y digo "es así, es cierto, esto lo voy a cambiar" y luego cuando termino el libro me olvido y todo queda en un lindo recuerdo. 

Pues a lo que iba, en ese momento complicado me compré un libro que se llama "Mujeres inteligentes, relaciones saludables" de Augusto Cury. Al principio me dio un poco de gracia que lo escribiera un hombre porque lo tomé como: "ok, un tío que nos va a decir como sería mejor que fuéramos las mujeres, así a ver si alguna generación sale más fácil de domar", después vi que el señor en cuestión plantea cosas aplicables a mujeres y hombres porque también tiene unos capítulos dedicados a hombres inteligentes y que esas cosas realmente son brillantes. 

Todos hemos pasado por una situación de terminar una relación y tanto si te dejan como si dejas duele, no hay vueltas, si hubo amor, duele y es inevitable sufrir, llorar, querer que te trague la tierra, odiar al otro, odiarse a uno mismo, amar al otro aunque te haya dicho que no te ama, hablar del otro hasta con las paredes, etc. 

Augusto Cury plantea que las mujeres inteligentes deben: "(...) gritar en tu mente que el que ha perdido ha sido él y no tú. Tienes que ser consciente de que él se ha quedado sin una persona fascinante, única y exclusiva, resumiendo, te ha perdido a ti. Si no adoptas esta postura, seguramente te deprimirás."

Claro que la depresión para mi viene de antes. "No aceptar la pérdida es la peor manera de perder". Sí que aceptamos la pérdida pero a unos nos lleva más tiempo que a otros, como ya he dicho en otro post, nada mejor que el tiempo y otro clavo para superar todo dolor de amores. 

En la página 116 Cury dice: "Una mujer inteligente nunca presiona a nadie para que se quede con ella". Qué verdad tiene Cury con esta frase, está el dicho ese repetido por doquier que dice algo así como déjalo ir y si vuelve es para ti...pues no sé si es verdad pero lo cierto es que cuanto más presión metemos para que la persona reconsidere la idea de volver con nosotros menos funciona y realmente siempre te queda la duda si esa persona volvió porque realmente lo quiso o porque se vio casi obligada a hacerlo. 

Gustavo Cerati tiene una canción que adoro con el alma: "Adiós" y dice así;

Suspiraban lo mismo los dos
y hoy son parte de una lluvia lejos
no te confundas no sirve el rencor
son espasmos después del adiós
Ponés canciones tristes para sentirte mejor
tu esencia es más visible,
Del mismo dolor
vendrá un nuevo amanecer.
 
Las primeras dos líneas explican ese sentimiento que cuando dejamos o nos dejan no entendemos, cómo es posible que un día estábamos viviendo lo mismo, sintiendo tanto, amándonos como si el mundo no existiera y de repente un día todo eso desaparece y nos separamos como dos lluvias, dos llantos uno en cada parte de la ciudad. Usamos las canciones tristes cómo antibiótico, las buscamos tristes porque así no nos sentimos tan solos;  nos unimos a otro ser que ha sentido lo mismo que hoy sentimos nosotros, pero aunque mientras vivimos la pérdida pensamos que el dolor no se irá jamás, el sol reaparece un día sin darnos cuenta.

Tal vez colmaban la necesidad
pero hay vacíos que no pueden llenar
no conocían la profundidad
hasta que un día no dio para más
Quedabas esperando ecos que no volverán
flotando entre rechazos
del mismo dolor
vendrá un nuevo amanecer.

Separarse de la especie
por algo superior
no es soberbia es amor
no es soberbia es amor
Poder decir adiós
es crecer

Y al final poder decir adiós es crecer, aprender y darse cuenta de que las personas llegan a nuestras vidas por momentos más largos, más cortos pero siempre nos están dejando una enseñanza que nos ayuda a crecer  y a ser mejores futuros amores de los que vendrán. 



jueves, 8 de agosto de 2013

Poliamor

Para mi las vacaciones empiezan en el momento en que piso el aeropuerto, amo los aeropuertos por encima de todo, tengo la capacidad de olvidarme de mi mundo y en un único paso me transformo sólo en turista, no tengo nombre ni apellido ni profesión. Entre las cosas que hago para sentirme realmente de vacaciones es comprarme revistas para entretenerme en el viaje y ¡oh casualidad! me encuentro con la "Muy interesante" en cuya portada aparece una chica y dos chicos con un título que llama a leer: "Cuando la pareja son tres. Poliamor: ¿Estamos biológicamente programados para querer a varias personas a la vez?.

Por mi trabajo tengo la suerte de hablar con mucha gente y aprender distintas formas de ver la vida y las relaciones, he aprendido que mucha gente considera la monogamia casi antinatura, resulta que más gente de la que me creía considera la posibilidad de la pologamia o el poliamor como se llama ahora, una posibilidad más que posible. 

Según el artículo de la "Muy interesante" el 5% de la población mantiene una relación duradera no monógama, claro está que si vamos por la vida preguntando, la gente en teoría considera que es una buena idea pero jamás te dira que lo practican porque vivimos en una sociedad que condena la idea. 

Me pregunto cómo se puede hacer para mantener una relación de tres sin que nadie salga herido, yo siempre que veo la película "Savages" de Oliver Stone, tengo la fantasía de vivir algo así, eso sí no sé si es que la fantasía surge porque los protagonistas masculinos de la historia son extremadamente atractivos o por la idea en si :). El hecho de poder mantener una relación de 3 me parece tremendamente interesante porque creo que a todos nos ha pasado de pensar; "pero si además de lo que tengo pudiera combinarlo con ese otro que anda por ahí...mmmm que bien estaría" pero ponerlo en  práctica es más que dificil para los que queremos romper con las convenciones pero los miedos nos detienen. 

Según la revista, la clave para que una relación de 3 funcione está en que cada uno de los implicados sepa de la existencia del otro y no puede haber escalafones, nadie es el primero, ni nadie el segundo. Asi no se producen rivalidades, porque ninguno se siente celoso del otro. Todos saben que aportan cosas diferentes a la relación. 

Hablando con una amiga del tema me preguntó como vería yo si mi pareja apoyara el poliamor pero quisiera tener una relación de 3 conmigo y otra chica...mmm acá la cosa se me complica, creo que para las mujeres sería más dificil aceptarlo, somos más celosas y competitivas y en mi caso creo que me quedo con la idea de "Savages" dos chicos increíbles y yo...la ecuación perfecta que ya se sabe que los chicos con cervezas y la Xbox se hacen amigos en menos de lo que canta un gallo. 


lunes, 5 de agosto de 2013

Si te he visto no me acuerdo

Pensaba hace unos días qué raras son algunas cosas en el tema de las relaciones. De un día para otro pasamos de querer a odiar, de la noche a la mañana pasamos de sentir a ignorar, cuando menos te lo esperas pasas de hablar 24 horas diarias a no pronunciar palabra.

Mi amiga F estuvo saliendo con un chico, la cosa no funcionó y cuando ella decidió poner fin, eran amigos con derechos, le escribe un e-mail profundo, largo ( las mujeres hablamos el doble que los hombres y si nos dejan escribir pues nos repetimos más que el vinagre) esos e-mails de los que uno espera respuesta (hay que aclarar aquí hombres, que las mujeres siempre esperamos respuestas a nuestros e-mails, por más triviales que puedan ser para vosotros, así que por favor al menos un "Recibido" no hace daño a nadie). El chico sí le responde, le pide disculpas por su comportamiento y finaliza el e-mail con "Saludos"...  a lo que yo agrego ¿ehhhhhh?. 

Cuando mi amiga me lo contó, no me pareció mal el e-mail en sí, lo que me pareció fatal fue el "Saludos", como si fueran compañeros de trabajo, conocidos, como si nunca hubiese pasado nada entre ellos... 

Resulta que cuando terminas una relación parece que hay que actuar como si nada, que no se note que siento, que el otro no vaya a interpretar que me sigue interesando, creo que muchas veces los hombres ponen una distancia fría y larga porque piensan que las mujeres podemos haber quedado enganchadas y no quieren confundirnos más, cuando digo más es porque, ojo, durante el proceso de conquista o en la relación no importaba confundirnos pero una vez que pusieron "fin" pues que quede bien claro. 

Después de ese día mi amiga tuvo que ir a recoger un libro al lugar de trabajo del susodicho y el señor ahí estaba como si nada, diciéndole hola y adiós como si de una clienta más se tratara. 

Algo parecido me sucedió a mi. Estuve metida en una especie de comienzo de algo, digamos que no eramos novios, no eramos nada más que el comienzo de algo que tampoco sé definir, pero sí que hubo algo, de ambas partes, cuando la cosa se empieza a enfriar, cuando ya todo estaba saliendo mal, él puso fin (ojo, nunca me lo dijo directamente pero a veces no hace falta decir nada). Un mes después de eso, me lo encontré de casualidad y no sé por qué, pero me llevé una sensación rara, me saludó y hablamos de cosas tan estúpidas, quiero decir ninguno de los dos mencionó nada de lo que había pasado, ninguno mostró ningún detalle de que algo había pasado entre los dos, creo que incluso la gente que nos rodeaba en ese momento no se hubiese dado cuenta de que eramos más que conocidos. 

Entonces me pregunto, cómo hacemos para hacer que nunca pasó nada, yo me separo de mi cuerpo un instante, ese instante del reencuentro y me veo a mi también actuar como si nada, pero lo que veo es que no lo hice porque no quisiera actuar diferente sino porque no quería que el pensara que yo seguía sintiendo cosas, que a mi verlo me había removido tanto que a pesar de eso prefería hablar de "qué tal las vacaciones y qué que calor hace" (esta estupidez del orgullo, resentimiento y dolor, todo mezclado que provoca una receta insulsa e intragable). 

¿Por qué no somos capaces a veces de hacer lo que realmente sentimos o no permitirnos actuar como el otro nos lleva a actuar?... ¿por qué el otro decide tratarnos como un conocido, por qué decidimos que es mejor pasar del tema que ser directos y sinceros?, o ¿es como dice Cortázar "Todo había empezado porque todo tenía que acabar?" 

La peor sensación que le queda a una mujer es sentir que significó tan poco para el chico que ya se transformó en un "si te he visto no me acuerdo". 

Como dice la canción de Extremoduro "se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas, se paró el aguacero, ahora somos, flotando, dos gotas".


martes, 16 de julio de 2013

Deme un Ferrari pero baratito

Hace una semanas, sentada en una terracita, una de mis alumnas preferidas me contaba que había tenido una cita con un chico. Después de dos semanas de whatsapps, de charlas telefónicas y previo envío de fotos por parte de ambos, decidieron conocerse en persona (se conocieron a través de una página web para conocer gente, realmente no recuerdo el nombre). 

Quedaron en un bar y a menos de una hora de charla, el chico le dice que tiene que irse, sin más, cero explicaciones. A ver, quiero descartar la atracción física porque mi alumna es muy guapa y además porque el chico había visto fotos con anterioridad y la conversación virtual continua sin problemas. Entonces la pregunta que me hacía mi alumna era: "¿ que co....o pasó para que se fuera así?", en un primer momento yo tampoco lo entendí, entonces recurrí a un amigo para que me aclarara el tema, porque realmente necesitaba entender por qué cuando todo parece que va sobre ruedas las cosas se tuercen...

Mi amigo, que tiene muchos años de experiencia en la materia, me lo dijo en una sola palabra; EXPECTATIVAS

Me dice mi amigo que en ese encuentro seguramente mi alumna dijera algo que hiciera que las expectativas que el chico tenía con respecto a ella se derrumbaran. Esto me hizo volver atrás en mi vida y recordar una vez cuando yo estaba saliendo con un chico que, como buen chico, me comía la oreja más que bastante, según él todo lo que me decía era sincero y yo como buena idiota me lo creía, pues el tema siguió y claro pensando que los dos estábamos en la misma sintonía me tiré a la piscina, una piscina que él me dijo estaba llena de agua pero cuando me subí al trampolín, hice mi salto magistral, ¡pum! contra el suelo, duro, durísimo. Contándole esta experiencia a mi amigo me lo explicó con una metáfora, ya les conté la de la tarta de chocolate y ahora viene la del Ferrari. 

Pues la cosa va así: el chico en cuestión va a comprar un coche (el coche sería yo), va, lo estudia, le gusta, le encanta, todo va bien, está convencido hasta que ¡pam! el precio del coche tiene muchos, muchos ceros...vamos que lo que me trata de decir mi amigo es que no es que al chico no le guste el coche (o sea yo), que haya algo que no le cuadre, al contrario, lo único que no le cuadra es el precio, por eso prefiere mantenerse al margen y quedarse con el SEAT de toda la vida.

El tema de las expectativas, la expectativa que él tenía al comprar el coche era que fuera más barato, es decir él esperaba estar conmigo pero no estaba dispuesto a pagar el precio o las condiciones que yo había puesto. 

Yo nunca lo había visto así, lo veía como: "vale, no le gusto, algo no va, etc" y a veces no es que no le gustes, a veces es que los tiempos son diferentes y que las expectativas también lo son, por eso, con gustarse no es suficiente para tener una relación, las expectativas de ambos deben coincidir y estar dispuesto a pagar todos los ceros que hagan falta...


jueves, 11 de julio de 2013

La tentación de las tartas de chocolate...

Qué bueno es tener amigas, siempre que me siento a comer, tomar algo, chatear, etc, siempre, siempre me sirven de inspiración para alguna entrada. Hoy quiero hablar de un tema que salió con una gran nueva amiga que tengo. En una comida estábamos hablando obviamente de hombres y me contaba que si bien ella tiene pareja, hay un chico que cada vez que ve, prefiere mantenerse alejada. 

Claro, el tema está en que cuando está cerca de esa persona, con sólo mirarse, sabe que la tentación de cometer un "pecado" es grande. La famosa llamada química entre las personas. Hay cierta gente en la vida que con solo mirar, rozar y ya ni te cuento tocar, te transforma. Es como si esa persona tuviera un poder de atracción tan grande sobre uno que realmente nos olvidamos de quienes somos, con quien estamos y en lo único que pensamos es en estar con esa persona, en tocarlo, besarlo, etc. 

A mi también me ha pasado, he incluso cambiado horarios y dejado de frecuentar sitios para no encontrarme con una persona que sabía que dónde me diera pie no iba a poder resistirme, esas cosas de la atracción que son inexplicables...

Allí estábamos las dos comiendo y pensando en como la tentación está a la vuelta de la esquina y que controlarse resulta tan difícil que es mejor tomarse el bus de la esquina que nos lleve en dirección contraria. Según mi amiga somos "hormonas andantes". 

Uno de mis alumnos tiene una teoría que me encanta, yo la he modificado un poco. Él plantea que estar en pareja es como estar a dieta, donde todas las demás mujeres del mundo son como tartas de chocolate.

Ahí estás tú con tu dieta, la sigues con alegría porque sabes qué es lo mejor para ti, te hace bien, te sientes mejor, te da todos los nutrientes que necesitas, pero claro un día pasas por una panadería y ¡zas!, una tarta de chocolate, eres consciente que entrar y comprar un trozo no sería lo más apropiado, estás a dieta, la tentación es grande, entonces una de dos; la pruebas y los sentimientos de culpa seguramente te persigan o decides seguir de largo esperando la hora de la cena donde una rica ensalada te está esperando. 

Oscar Wilde decía que él lograba resistirlo todo menos el deseo...y realmente es bastante complicado.



sábado, 29 de junio de 2013

"No sos vos, soy yo": Todo lo que aprendí de mis ex

Tener una relación no es fácil, terminarla tampoco y que te dejen mucho menos. Durante mi vida he pasado por las dos experiencias: dejar y que me dejen, con los años me puse a hacer análisis de cada uno de mis ex y un día se me ocurrió escribir lo que había aprendido gracias a ellos. 

Tengo que empezar diciendo que soy de las que creen que cada persona que llega a tu vida lo hace con un propósito, es decir, nadie llega por que sí, algo siempre sacamos de esa experiencia. 
No voy a contar cuantos ex tengo porque ayer comentándolo parece que las chicas "bien" deben dividir el número real entre 3 así que mejor no menciono mi número de ex-parejas, así sigo estando del lado de las chicas buenas :) (permitirme un emoticon aquí). 

Lo que tengo claro es que de todos aprendí algo de mí, de lo que quiero, de lo que no quiero y eso me ha ayudado para ser más exigente con mis parejas siguientes. Supongo que como dice Rosetta Forner en su libro "El último sapo que besé", los príncipes azules no existen pero si una va prestando atención a las personas con las que ha estado, es posible que encontrar algo parecido a un príncipe azul, al menos un príncipe que no destiña, es más fácil. 

Mi primer novio lo tuve a los 17 años, con toda la ilusión del mundo pensé que iba a ser el hombre de mi vida, me veía con hijos, perro y piscina desde el segundo día que empezamos a salir (así soy yo, todo prisas) y nuestra relación de casi 3 años se rompió por distintas circunstancias, sin embargo, como dice todo el mundo el primer amor nunca se olvida y realmente lo tengo en una parte de mi corazón todavía, cerradito bajo llave, pero ahí está. Claro, de él aprendí todo, porque realmente todo era nuevo para mi. 
Después de él vinieron otros y no de todos tengo recuerdos bonitos, vamos ni remotamente parecido a bonito pero todo sirve para crecer, veamos si vos también aprendiste algo parecido de tus ex.

1. Nadie cambia con el tiempo
Esta es la típica situación que nos pasa a todos, pensamos que con el tiempo los detalles que no nos gustan del otro podrán mejorar porque claro, nosotras somos tan especiales, que por nosotras esa persona cambiará. ¡Pues no!, nadie cambia por el otro, el ejemplo está en pensar en qué haríamos nosotras, ¿cambiaríamos algo de nosotras sólo porque otra persona nos lo pida?...lo dudo. Yo he pasado por relaciones donde pensaba que el otro iba a adelgazar, dejar de ver el fútbol, iba a dejar de pensar en los amigos antes que en mi, pero no, nunca nadie cambió por que yo quisiera y no creo que me encuentre a nadie que lo haga. 

2. Las relaciones a distancia no funcionan
Ya sé que acá tendré muchas personas en contra, en mi opinión o bajo mi piel no han funcionado, he tenido 3 y las 3 fallaron porque realmente cuando estás en la misma ciudad la relación ya no es fácil de llevar, imagínate cuando uno está en España y el otro en la otra punta del mundo, misión imposible. 

3. Terminar una relación es más complicado de lo que parece
Admiro a esa gente que cuando le planteas que quieres dejar tu relación porque apareció otra persona, pues lo ven como algo fácil: "pues tía ve y dile que te has enamorado de otro", ojalá fuera tan sencillo. Después de muchos años entiendo a una de mis parejas que le costó tanto dejarme que prefirió llevarme a la ciudad donde él estaba viviendo en ese momento, mientras estaba ya en pareja con otra persona!...bien al principio pensé que era un "h...de...p" pero ahora con los años me doy cuenta que tal vez no sabía como hacer para dejarme ir.

4. Un clavo se saca con otro 
Pues sí, el tiempo lo cura todo y un clavo saca a otro, al final lloramos, sufrimos, la pasamos fatal pero llega otra persona y todo se pasa y volvemos a sonreír y a creer en el amor. 

5. Se puede amar a dos  personas al mismo tiempo
Ok, ya sé que es muy arriesgado decir esto, pero también tuve una pareja que venía de una ruptura muy importante en su vida y de repente llegué yo, sé que me quería pero también quería a su ex, en ese momento (tenía 22 años) pensaba que era imposible, otro "h...de...p", pero hoy me doy cuenta que la vida es así de mágica, que por qué no, que las reglas en el corazón no existen. 

6. Siempre hay que decir lo que queremos
Ya sabemos que los hombres tienen la intuición...bueno mejor no decirlo, pero realmente necesitan que les digamos lo que queremos, sino no se enteran, así que algo que aprendí es que sin comunicación nada resulta. 

Al final uno cuando se separa, o mejor dicho, cuando lo dejan, odia a la otra persona, piensa que es lo peor del mundo pero con el tiempo te quedas con lo mejor que te dieron y lo malo se transforma en aprendizaje. 

Hay un libro que adoro "La vida imaginaria" de Mara Torres, es la historia de Nata una chica a la que acaban de dejar y realmente su forma de ver la vida a partir de ese duelo es tan parecida a como lo podemos vivir todos que me ha inspirado mucho para escribir esta entrada. 
En la página 57 del libro, Nata plantea firmar un documento con su nueva pareja y esto es lo que dice:

"(...)Por este documento se garantiza la felicidad de Nata Fortuna. El documento exige a los firmantes que se diviertan, que disfruten, que viajen y sean felices durante el tiempo que vayan a estar juntos. Los contratantes no van a hacerse daño, no van a llorar si no es de risa, no van a tener complejos el uno con el otro, van a mantener relaciones sociales al margen de la pareja, no van a vivir juntos para no gastarse, no van a darse celos con otras parejas ni con otras personas ni van a dejar que terceras personas interfieran en su relación. Se comprometen a hablar las cosas antes de que llegue la incomunicación y a que, si uno de los dos decide que hay otra persona en su vida que merece más la pena que la otra parte contratante, la otra parte contratante lo entenderá y lo admitirá sin dramas y sin dolor(...)"

Ojalá la última parte "sin dramas y sin dolor" se pudiera lograr, una pastilla, una receta, algo que exista para evitarlo...