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jueves, 11 de julio de 2013

La tentación de las tartas de chocolate...

Qué bueno es tener amigas, siempre que me siento a comer, tomar algo, chatear, etc, siempre, siempre me sirven de inspiración para alguna entrada. Hoy quiero hablar de un tema que salió con una gran nueva amiga que tengo. En una comida estábamos hablando obviamente de hombres y me contaba que si bien ella tiene pareja, hay un chico que cada vez que ve, prefiere mantenerse alejada. 

Claro, el tema está en que cuando está cerca de esa persona, con sólo mirarse, sabe que la tentación de cometer un "pecado" es grande. La famosa llamada química entre las personas. Hay cierta gente en la vida que con solo mirar, rozar y ya ni te cuento tocar, te transforma. Es como si esa persona tuviera un poder de atracción tan grande sobre uno que realmente nos olvidamos de quienes somos, con quien estamos y en lo único que pensamos es en estar con esa persona, en tocarlo, besarlo, etc. 

A mi también me ha pasado, he incluso cambiado horarios y dejado de frecuentar sitios para no encontrarme con una persona que sabía que dónde me diera pie no iba a poder resistirme, esas cosas de la atracción que son inexplicables...

Allí estábamos las dos comiendo y pensando en como la tentación está a la vuelta de la esquina y que controlarse resulta tan difícil que es mejor tomarse el bus de la esquina que nos lleve en dirección contraria. Según mi amiga somos "hormonas andantes". 

Uno de mis alumnos tiene una teoría que me encanta, yo la he modificado un poco. Él plantea que estar en pareja es como estar a dieta, donde todas las demás mujeres del mundo son como tartas de chocolate.

Ahí estás tú con tu dieta, la sigues con alegría porque sabes qué es lo mejor para ti, te hace bien, te sientes mejor, te da todos los nutrientes que necesitas, pero claro un día pasas por una panadería y ¡zas!, una tarta de chocolate, eres consciente que entrar y comprar un trozo no sería lo más apropiado, estás a dieta, la tentación es grande, entonces una de dos; la pruebas y los sentimientos de culpa seguramente te persigan o decides seguir de largo esperando la hora de la cena donde una rica ensalada te está esperando. 

Oscar Wilde decía que él lograba resistirlo todo menos el deseo...y realmente es bastante complicado.



domingo, 7 de julio de 2013

Mi Mr Big

Buscando inspiración para esta entrada consulté con un amigo cuál podría ser el próximo tema y me sugirió hablar de la pareja ideal.
Estuve pensando un poco en mi vida pasada y presente para poder encontrar todos los ingredientes que par mi un hombre debería tener para que sea algo así como un Mr Big, recordando al soñado Mr Big de Carrie Bradshaw en "Sex and the city".
Voy a dejar de lado aspectos físicos porque realmente a la larga no son tan importantes, eso me he dado cuenta por tener la suerte de salir con chicos muy guapos y algunos no tanto y descubrir que los más guapos no por serlo sumaban más puntos.

La pareja ideal para mi debe:

1. Tener mucho sentido del humor, leí en el libro de Richard Templar "Las Reglas del amor" que uno de los puntos cruciales para que la pareja se mantenga es el sentido del humor y realmente apoyo esa idea con todas mis fuerzas. La risa es sanadora y no hay nada más maravilloso que en momentos complicados tu pareja logre hacerte reir. La regla número 5 de Templar dice que hay que escoger a alguien que nos haga reír: "(...) Si escoges a tu pareja por su físico, su estatus o incluso por su personalidad, te arrepentirás. Esas cosas se van perdiendo a lo largo de la vida, y en cuanto a algunos rasgos de personalidad, a veces también se pierden. Una persona segura de sí misma puede acabar hecha añicos por un trauma sentimental, una persona paciente y tranquila puede cambiar y convertirse en irritable y frustrada debido a la enfermedad o el dolor. Pero el sentido del humor permanece siempre"(...) Si encuentras una persona con la que te ríes mucho más que con los demás, cásate con ella. Te lo aconsejo, siempre y cuando te guste sexualmente, claro (...)".

2. Ser mi mejor amigo, esto creo que lo mencioné en otra entrada, claro que va con muchos matices porque hablando con un amigo me di cuenta que ser tu mejor amigo implica contarle todo sin miedos y siendo capaz de aguantar cosas que te cuente que no te gusten y ayudarlo a ser libre...eso pasa con los amigos de verdad, contamos todo, no juzgamos y ayudamos, sin embargo con la pareja es más dificil, hay ciertas cosas que no contamos porque sabemos que nuestra pareja no aceptaría. De todas formas quiero decir que la amistad en la pareja es fundamental, el apoyo mutuo, el saber que va a ser la primera persona a la que recurrir en problemas y alegrías, el saber que el otro vivirá tus penas y dichas como propias, ese tipo de amistad es la que busco. 

3. Hablar por los codos y escuchar con ganas, he tenido relaciones que no se han mantenido porque realmente me di cuenta con el tiempo que nuestro problema era que no teníamos temas de conversación. También no me atreví ni a comenzar una relación porque me di cuenta que la otra persona no escuchaba nada de lo que decía y que sólo buscaba llevarme la contraria. Creo que por lo general las mujeres hablamos más que los hombres pero no concibo una relación donde no haya tema de conversación constante. Hace poco estaba sola comiendo en un restaurante y a mi lado había una pareja de unos 50 años, pues algo que me llamó mucho la atención es que la pareja estaba comiendo en total silencio, los vi hablar dos minutos y seguir cada uno a lo suyo como si nada, no sé si fue porque ya habían agotado los temas antes de entrar a comer o si con los años las parejas pierden los temas de conversación, pero pensaba en mi y lo único que quería era que mi compañero de viaje no dejara de hablarme, así sea para repetirme una anécdota cien veces. 

4. Demostrarme que yo soy su prioridad, he pasado por estar en una lista de prioridades donde los amigos eran primero, donde el trabajo era lo primero, donde el fútbol era lo primero y donde yo quedaba de la posición 2 hacia abajo. Eso lo aprendí gracias a algunos de mis ex, mi preja ideal está claro, que me pone en el puesto 1 de la lista. 

5. Cariñoso, el tema de andar pidiendo besos, abrazos, cariñito me aburre bastante, me gusta más que me toque el que está todo el día encima, que el que hay que ir detrás. 

6. Ser luchador y no conformarse con lo que tiene, en esto me refiero a que me encanta la gente que tiene objetivos nuevos cada dos por tres, me gustan las personas que luchan por un sueño y que hacen lo que sea por lograrlo. Me gusta que mi pareja quiera lograr lo que quiera, el objetivo me da igual pero si veo una persona luchadora ya me puede...

Hay  un poema de Oliverio Girondo que dice: "No sé... Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una iportancia igual a cero al hecho de que amanezca con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en eso soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexo que no sepan volar. Si no saben volar; pierden el tiempo conmigo", para mí es algo así, un hombre que no sepa volar, que no vea la vida como un acto de magia donde todo es posible, pierde el tiempo conmigo.
 Pues esta es mi idea, no creo que sea tan complicado reunir estas características a no ser que sea como plantea Use Lahoz en "El año que me enamoré de todas", hablando de las mujeres un personaje dice: "(...) son muy exigentes. Tienen la utopía del hombre perfecto. Buscan lo que no existe(...)"