lunes, 16 de septiembre de 2013

La infidelidad en la era informática

Drexler es uno de mis cantantes favoritos, lo considero antes de cantante poeta y sus canciones de alguna manera u otra siempre me cuentan alguna historia donde puedo verme o donde puedo ver cosas que me resultan cercanas a gente que conozco. 

Al final, las canciones nos muestran que todos los seres humanos buscamos y vivimos cosas muy similares. 
Hay una canción de Jorge Drexler que se llama "La infidelidad en la era informática", más allá de mis conclusiones (creo que esta canción la escribió Jorge cuando dejó a su mujer por Leonor Watling) sobre por qué escribió esta canción, esta especie de canción-relato me va a ayudar a escribir sobre un tema que siempre trae controversia: la infidelidad. 

Conozco mucha gente que cuándo le preguntas si perdonaría una infidelidad, te responden un NO más grande que una casa y conozco también quienes ante la misma pregunta te responden un Sí pero tímido y con muchos "siempre y cuando...."
Vamos, que la mayoría de la gente si perdona siempre tiene algún pero escondido: perdonaría si fue sólo sexo,  perdonaría si fue una vez sola, etc, etc, etc, 

Busqué el término en la wikipedia y dice que: 

La infidelidad amorosa, acepción con la que frecuentemente se asocia el término, es descrita, grosso modo, como la falta al pacto normativo que limita el número de personas involucradas en una relación amorosa o erótica y, por tanto, la prohibición de mantener otras de forma paralela, sean ocasionales o continuas. De forma que, en las relaciones con tradición monogámica la inclusión de un tercero supone una violación del acuerdo, mientras que en relaciones poliamorosas se produce al involucrar a personas ajenas al círculo aceptado. Bajo esta definición, ser infieles romper de forma consciente un acuerdo afectivo o sexual preestablecido para el tipo de relación escogida.

Gracias a mi trabajo conozco mucha gente y a veces me pasa que al verlos me hago una idea de vida y resulta que cuando hablo con ellos o profundizo, descubro que mi idea no tenía nada que ver con la realidad, y la infidelidad entra también en estas conclusiones. Cuando profundizo con algunos alumnos sobre ciertos temas como este, descubro que hay mucha gente infiel y que el que no lo ha sido, no es porque lo considere algo malo, sino porque no ha tenido la oportunidad. 

Preguntaba la semana pasada en Facebook si la fidelidad no estaba muy sobrevalorada y no obtuve casi respuestas, supongo que es porque la gente no se atreve a decir mucho lo que realmente piensa. Yo creo que sí lo está, creo que la fidelidad en una pareja se da porque socialmente es lo correcto y porque si por esas cosas de la vida tú le propusieras a tu pareja tener una relación más libre, sabes que puedes perderle, y ante el hecho de perderle prefieres mejor hacer lo que quieres hacer pero sin que el otro se entere. 

Dice Drexler: 
"Aquel mensaje que no debió haber leído, 

  Aquel botón que no debió haber pulsado, 
  Aquel consejo torpemente desoído, 
  Aquel espacio era un espacio privado." 


Soy de las que piensan que ser infiel no debe ser nada fácil, mentir, recordar tus mentiras, pensar que tienes todo bien calculado y que nada se te escapa es bastante trabajoso, citando nuevamente al cantante "Y tarde o temprano nada es secreto. Nada es secreto". 
Recuerdo que hablando con una amiga sobre el tema, me decía que ella no entendía por qué si alguien quería estar con otra persona, no dejaba a su pareja y se iba con la otra persona, pero yo lo que le quería explicar que muchas veces no es que el que es infiel no quiera estar más con su pareja, es que quiere estar con los dos, además de que dejar una relación no es nada fácil y a veces no es que quieras estar con otro, sino que quieres una noche (o varias noches) y nada más. 

El amor, las relaciones, la fidelidad, la infidelidad son complicadas de llevar por el buen camino, me refiero a que para ser infiel hay que valer, primeramente para ser un buen jugador y no dejarse atrapar y después para poder convivir con el otro como si nada, hacer ese trabajo interno de dejar el sentimiento de culpa en el ascensor de camino a tu casa es más difícil que mentir. 







5 comentarios:

  1. Mi opinión:
    La fidelidad es más una necesidad que una predisposición natural, aunque tanto nos han inculcado lo primero como han conseguido que nos atormente lo segundo. Vayamos por partes.
    La naturaleza no tiene ningún motivo para fomentar la fidelidad, todo lo contrario, para la naturaleza lo ideal es que el apareamiento humano se produzca con diversidad de individuos diferentes que aseguren la mayor cantidad posible de embarazos y en consecuencia existan cada vez más individuos de la misma especie, además nos inclina hacia parejas con una buena genética reflejada en su aspecto de inmejorable salud y juventud para que la especie se mejore constantemente. Guiados solo por la naturaleza no tendríamos ningún cargo de conciencia en tener relaciones sexuales con el primero/a que nos apeteciese y nos acepte mientras el cuerpo aguante. Esta tendencia natural está totalmente presente, en un alto porcentaje, en cada uno de los individuos de la raza humana, lo simios humanos, y se refleja en una constante apetencia por cazar o ser una presa apetecible y lo demostramos constantemente en los actos más cotidianos, por muy firmados que hayan quedado todos los sacramentos. Hay que permanecer con aspecto joven y saludable, pasen los años que pasen, ir a la moda, pasar por el quirófano para continuar en el mercado y todo ello a pesar de haber prometido ser fieles hasta el fin de los días y no se hace precisamente por la persona a la que hemos prometido fidelidad, se hace porque necesitamos sentirnos deseados por los miembros del otro sexo y envidiados por el nuestro propio, lo que indica, de un modo palpable, que la fidelidad no está dentro de los planes de nuestra naturaleza animal.
    La necesidad irrenunciable de la fidelidad se produce de un modo natural durante el enamoramiento, durante este periodo de enajenación mental la química liberada por el cerebro pide a gritos ser fiel y que te sean fiel, pero es un periodo transitorio y solo persigue que las crías no se queden abandonadas, junto a sus madres, mientras estás no sean autosuficientes y esta necesidad real se ha potenciado en la psique femenina de manera especial, lógicamente, por esto necesita estar segura de que su pareja le va a ser fiel como premisa irrenunciable para darle sexo, en otras palabras, da y exige amor para tener relaciones.
    (Continua...)

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  2. (Continuación...)
    A partir de este momento los conceptos de fidelidad vienen marcados por situaciones políticas y económicas. Por un lado el macho humano ha querido dejar a su descendencia todos sus bienes y necesitaba estar seguro de que las crías de su mujer eran también suyas y de nadie más y esto exigía una fidelidad absoluta, además ella no quería compartir a su marido con otras mujeres con las que pudiese tener hijos y dividir los bienes del marido con otras mujeres y con otros hijos diferentes a los suyos. Nada de esto pasa en el reino animal donde no se deja nada a los descendientes, solo cogen lo que necesitan para el consumo de supervivencia sin acaparar más de lo que van a poder consumir.
    Paralelamente las sociedades basadas en el núcleo familiar estable, como base social, consiguen tener a sus miembros suficientemente ocupados y controlados como para resultarles un modelo interesante a los poderes que los gobiernan y defenderán este modelo con capa y espada, véase la iglesia que empeño tiene en mantener este modelo y es que le va mucho en ello, el mantener su estatus de poder y en consecuencia económico.
    Así que los monitos humanos de a pie nos encontramos vapuleados entre lo que sentimos y queremos y lo que nos meten con calzador desde nuestra infancia para ser dóciles y manejables y aunque la naturaleza nos pida dar un poco de vidilla a este cuerpo serrano, cuando nuestra pareja y nuestro enamoramiento están en situación de declive, todas las normas sociales, culturales, religiosas y las de la suegra, nos dicen que quieto parado que te vas al infierno como le des gusto al pinganillo fuera de lo que has legalizado y consensuado. Terrible dilema.
    Al final te quedan pocas opciones, una es la legal, te aguantas y hasta que la muerte os separe o bien inicias desde cero otras parejas legales, tantas veces como quieras, con el consiguiente desgaste psicológico y económico y entras en un círculo de hasta que la muerte te separe con varias parejas diferentes en momentos diferentes. Otra es la natural, que es seguir tus instintos naturales, pasar de los convencionalismos y liarte con quien te apetezca estar, cuando te apetezca estar o practicar el sexo lúdico, incluso el sexo rentable, lo que te apetezca, pero como todo tiene su cruz tendrás que aprender a mentir, a hacer teatro, a tener personalidades diferentes para conseguir conciliar lo legal con lo natural ya que son dos mundos irreconciliables y uno no se entiende con el otro. Cuantas más experiencias tengo más personas conozco que viven esta segunda opción y esto me lleva a concluir que hay muchas más que la practican aunque estando todos los días conmigo no lo confiesen. Finalmente está la pareja liberal, una rara avis en el carácter latino y mediterráneo, pero frecuente en los países nórdicos que han conseguido congeniar lo natural con lo cultural haciendo que lo cultural se adapte a lo natural, una respuesta muy sabia a una situación conflictiva con la que se consigue evitar el stress que produce el vivir una vida dividida en dos roles diferentes.

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    1. No sabía que en los países nórdicos era comun la pareja liberal...al final si es como dices tu que la fidelidad es algo poco natural pues entonces por qué los humanos lo hemos hecho norma?...es un tema controvertido y sigo pensando como tú que cada vez hay más gente que lo hace y el tema está en que no se dice pero que los hay los hay y de verdad considero que la gente en lo más profundo de su ser no lo ve tan condenable como de boca para afuera

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  3. Bueno, el concepto fidelidad no debe ser tampoco tratado al límite que muchas personas todavía lo consideran.
    Al parecer, al ser humano le es difícil el concibir términos como :"No hagas lo que no quieras que te hagan"......
    ¿De dónde procede la infidelidad o donde nace? Pues simplemente fomenta el sentido común de una relación. Si tu amas a una persona, quieres lo mejor para ella y por supuesto no desearle ningún mal. El ser infiel provoca irremediablemente desprecio hacia esa persona, ya que no puedes decirle que la quieres y la amas e irte con otra.
    Mejor dile desde el principio...te quiero, pero si me sale otra mujer que me guste más, me iré con ella.....¿a que a eso no se atreve todo el mundo?
    Pues estas cosas son las que hacen que la infidelidad sea algo oculto y con términos de maldad....simplemente el hecho de no decir la verdad a tu pareja.
    Si quieres a alguien, no querrás que sufra, por lo tanto no desearás hacerle ningún daño físico ni emocional....y engañarla de esa forma es hacerle daño emocional y muy muy grave....¿te gustaría que te lo hicieran a tí?...
    Pues eso...eso es lo que la gente todavía no comprende a día de hoy, y por eso quiere tener asegurado el amor cuando llegue a casa....y un amor por ahí que le supla aquello que le falta en su día a día....y eso se llama engaño, cosa que no debe haber en ninguna relación.

    Muy bueno e interesante el post...

    Un saludo

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    1. Estoy de acuerdo con el no hagas lo que no quieras que te hagan pero me pregunto si cabe la posibilidad de que muchas veces te dejes llevar por algo que no es la razon, porque claramente que si lo piensas con la cabeza no lo haces, pero y si te dejas llevar?...por lo que sientes?...ahi es más complicado tener todo bajo control. Una pregunta tu crees que se puede ser infiel con el pensamiento simplemente? o la infidelidad solo es la que se lleva al limite?

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